Te aferras a este amor porque tal vez fue el primero o porque te empecinas en considerarlo el último. Sin embargo, hay determinadas señales que tu mente y tu cuerpo te envían para decirte que el amor se ha terminado.
1 Ya no sueñas con él
Los sueños son la manifestación de nuestros deseos. Al principio siempre soñabas con él, y eran de esos sueños que no les puedes contar a tus padres. Sin embargo, ahora solo sueñas con cuestiones de trabajo.
2 Se ha desvanecido de tus planes
Antes solías verlo con tus hijos en brazos. En cambio, ahora es solo una figura del presente que cada día se desdibuja un poco más.
3 Te sientes mejor cuando estás sola
Cada vez que te quedas sola te da mucha felicidad. Ahora puedes leer tu libro, mirar tus series y salir con amigas. Cuando te cancela un plan, le agradeces al destino.
4 Sientes mariposas en el estómago por otro
Te culpas porque crees que eres una mujer infiel, pero no hay nada más lejos de la verdad que eso. No eres una vil adúltera, sino una mujer que se ha permitido enamorarse de otro hombre y ahora él está en tus pensamientos, reemplazando a quien ya debe partir.
5 Te alivia despedirte
Antes te sentías vacía y desolada cuando él tenía que irse. En cambio ahora te alegras, te llenas de energía y agradeces tener tiempo para limpiar la casa, lavar la ropa y ponerte al día con tus apuntes de la universidad.
6 No te apetece tanto la intimidad
Ya no hay cosquillas en tu cuerpo que te impulsen a abrazarlo y buscar un contacto íntimo. Es más, tiendes a comer más de la cuenta para tener la excusa perfecta del dolor de estómago. No quieres tener intimidad con él pase lo que pase.
7 Ya no compras ropa interior
Mientras que al comienzo te gastabas una cuarta parte de tu sueldo en conjuntos coloridos y traviesos de ropa interior, ahora usas los más viejos y gastados que tienes. Te da lo mismo que te vea como a una abuelita descuidada.